Topicos falsos en nutricion I

>> sábado, 28 de febrero de 2009

1. La pasta engorda

La pasta y el pan aportan hidratos de carbono de absorción lenta con lo que libera la energía poco a poco manteniendo por más tiempo la sensación de saciedad.

El 50-55% de la energía diaria que necesitamos debe provenir de los hidratos de carbono.

Se considera lo adecuado un consumo de 3 a 5 gramos de hidratos de carbono por cada kilo de peso y día.

Los hidratos en el organismo pueden usarse de diferentes modos:

1. Usarse como forma de energía. De hecho el cerebro es la única forma de energía que utiliza, consumiendo unos 140 gramos de glucosa al día. Si disminuye su ingesta, cómo sucede en ayunos prolongados, el cerebro usa los llamados cuerpos cetónicos procedentes de la oxidación de acidos grasos en el hígado.

2. Almacenarse en forma de glucógeno en el hígado y el músculo.

3. Los hidratos que no se utilizan, se transforman en grasa y se almacenan en el hígado y en el tejido adiposo. Pero en este proceso de transformación se gasta el 25% de la energía que contienen, con lo que las calorías totales almacenadas son menos que si se toma la misma cantidad de grasa.

El consumo de dietas bajas en hidratos de carbono conlleva una mayor ingesta de grasas, lo que genera aumentos en los niveles de ácido úrico y colesterol en sangre.

Una dieta rica en hidratos de carbono aporta menos calorías que una dieta rica en grasa.

Alimentos como los pasteles, los bollos o las tartas son también alimentos ricos en hidratos de carbono pero a diferencia de las pastas o el pan, no son nada aconsejables por tener gran cantidad de azúcar refinado y ser normalmente alimentos ricos en grasas.


2. Las frituras no son buenas


El tópico de que las frituras no son buenas es uno de los más extendidos. Sin embargo no es cierto. Es cierto que a las calorías del alimento se suman las calorías del aceite que se usa en la fritura.

Por ello no es una técnica culinaria adecuada si se quiere bajar peso. Sin embargo es una de las técnicas que más conserva los nutrientes de los alimentos al necesitarse un tiempo de cocinado muy corto.

Además durante la fritura se produce un intercambio de grasa del alimento al aceite y del aceite al alimento. Esto es especialmente beneficioso en el caso de frituras de alimentos cárnicos y con el uso del aceite de oliva.

En este caso la grasa saturada (no saludable) que es la tiene la carne pasa al aceite y la grasa monoinsaturada del aceite pasa a la carne, con lo que al final la carne ha perdido grasa "mala" y ha ganado grasa "buena".

3. La fruta engorda tomada tras las comidas


La fruta no engorda tomada antes de la comida y sí detrás. ¿Irá sumando calorías si la dejamos en el frutero mientras comemos? El organismo no computa las calorías de un alimento de diferente modo si se toma antes o después de otro alimento.

Una naranja aporta las mismas calorías se tome cuando se tome. Si se toma la fruta antes de comer es posible que se coma menos pan o menos cocido y así se tomarán menos calorías. Pero a igual cantidad de fruta, pan y cocido las calorías son las mismas se tomen en el orden que se tomen.

Sí es cierto que la fruta, debido a la gran cantidad de fructosa pero sobre todo a la glucosa que aporta, produce una respuesta del organismo consistente en una liberación rápida de insulina, (la fructosa tiene una velocidad de absorción del 40% inferior a la glucosa) que será la encargada del transporte de este azúcar al interior de las células. Esta liberación de insulina despierta la sensación de hambre.

Esto hace que algunas personas sientan hambre en menos tiempo tras acabar de comer y que coman algo más. Y este algo más es el causante del exceso de calorías, pero no la fruta.


4. El Desayuno Engorda


El desayuno es la principal comida del día. Durante la noche no hay actividad física importante pero nuestro cuerpo sigue consumiendo calorías para cubrir el funcionamiento del cerebro, el riñón, el pulmón, el corazón, etc.

Tras toda la noche sin ingerir alimento, el inicio de la actividad diaria necesita un aporte de energía. Esta energía debe de poder usarse rápidamente para abastecer a órganos como el cerebro pero también debe poder liberase poco a poco.

Por ello es aconsejable la combinación de fruta (monosacáridos y disacáridos)) y el pan o los cereales (polisacáridos). Los productos lácteos aportan proteínas y aseguran la cantidad diaria necesaria de calcio. Asimismo contienen vitamina A, D y vitaminas del grupo B.

Si desayunamos bien tendremos le energía suficiente para tener un óptimo rendimiento tanto físico como mental a lo largo de la mañana. Se ha demostrado que los niños que acuden al colegio sin desayunar rinden menos que sus compañeros que si desayunan. Y lo mismo puede aplicarse a los adultos.

Si no se desayuna hay más probabilidad de consumir alimentos que engordan como pasteles o bollos industriales, patatas chips, frutos secos, etc. Varios estudios han comprobado una mayor incidencia de obesidad entre las personas que no desayunan.


5. Dormir la siesta engorda


Dormir la siesta no engorda. Hay muy poca diferencia de gasto de calorías que hace nuestro organismo mientras estamos sentados viendo la televisión que mientras dormimos.

Además se ha comprobado que una siesta de 10 a 20 minutos incide positivamente en nuestra salud, disminuye el estrés y aumenta el rendimiento durante la tarde.


6. Los colines engordan menos que el pan


Al igual que el pan, los colines, picos o rosquillas se elaboran con harina, agua y sal. Es este caso el colín ha perdido el agua y el pan reciente no.

Por ello a igual cantidad (peso) de colines y de pan, tendrán más calorías los colines ya que casi todo su peso es de "alimento" y el pan tiene menor parte de "alimento" y mayor parte de agua, que no tiene calorías y por ello no engorda.


7. Suspender una comida al dia ayuda a adelgazar


Lo ideal es repartir las ingestas a lo largo del día en cinco veces de modo que se haga desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Esto ayuda a tener un aporte constante de energía con lo cual no pasaremos hambre.

Si llegamos a las comidas con mucha hambre comeremos más de la cuenta.En definitiva, no logramos nada ya que habremos estado pasando hambre y la cantidad de calorías al final es igual o con frecuencia superior. Por otro lado, cada vez que comemos se realiza el proceso de la digestión con lo que el organismo gasta la energía necesaria para este proceso.


8. El agua entre comidas engorda


¿Cuántas veces habremos oído que el agua no debe tomarse entre comidas porque engorda? Este es un tópico de hace tiempo que se transmite de unos a otros y sin embargo es totalmente falso. El agua tiene 0 calorías y por ello el agua no engorda. Y no engorda nunca, ni antes de comer, ni después de comer ni entre las comidas. Nunca.

Por ello puedes beberla siempre que te apetezca. De hecho es mucho más fisiológico comer con agua que sin ella. La comida se hace más agradable y la digestión más ligera si se toma agua durante la misma. Eso sí, con moderación para no embotarnos. Un vaso o vaso y medio es la medida más adecuada.

Dra. Dª. Ana María Roca Ruiz

Médica y Odontóloga – Máster en Nutrición

Puleva Salud


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